30 de marzo de 2010

CIERTA GENTE


Hay personas que son accidentes, situaciones; y como tales aparecen sin ser invitados. Al poco tiempo se desvanecen como fantasmas, como humo entre los dedos. Llegan a encender una antorcha que alumbra un trozo del sendero, o abren una puerta nueva que nos lleva lejos o nos trae de vuelta.

Hay personas que quizá no existan o lo hagan sólo por un instante, creadas por el ocio o por nadie. Eslabones de una extensa cadena que comienza y culmina en nosotros mismos.

Personas, pretextos para no morir de aburrimiento, para creer que vivimos en un mundo ya muerto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario